¡Llegó el verano! Con la limpieza estacional del gallinero, nos encontramos con un montón de gallinaza… una excelente noticia, ya que puede ser muy útil para el jardín si sabemos aprovecharla bien.
Cómo usar la gallinaza
Sin un suelo de paja o viruta de madera, la gallinaza funciona mejor como fertilizante, ya que no tiene ningún efecto sobre la composición química del suelo y tan solo libera sus elementos minerales, que tienen que descomponerse para ser absorbidos por las raíces de las plantas. Sin embargo, por este motivo hay que tener mucho cuidado al utilizarla sin procesar, ya que estos excrementos constituyen un aporte de nutrientes muy concentrado que puede quemar la vegetación existente. Por otro lado, a las gallinas les gusta tener las patas secas, por lo que el suelo del gallinero no se debe dejar desnudo, sino cubierto con un lecho de materiales como cáscaras de cereal seco, viruta de madera, helechos secos, etc.
De este modo, en el momento de la limpieza, la gallinaza está mezclada con el subproducto vegetal. Por eso el estiércol del gallinero no puede utilizarse en esas condiciones; primero debe ser compostado.
¿Convertir los excrementos de gallina en abono?
La mayor ventaja del compostaje es la eliminación de los hedores, ya que la gallinaza emite muchos olores, incluso cuando se esparce en el jardín. Durante el compostaje, la fermentación de los desechos provoca una subida en temperatura, y este calor destruye los parásitos y las semillas todavía presentes en la paja, e incluso algunas bacterias y otros gérmenes.
Una vez compostado, el estiércol de gallinas mejora la calidad del suelo, volviéndolo más mullido, con mayor capacidad para retener el agua y enriquecido con sus minerales. Además, su aporte proteico estimula la vida microbiana de la tierra.
En definitiva, este compuesto es una “golosina” para la tierra del jardín.
Etapas para preparar el guano para reutilizarlo
El guano tiene altos niveles de nitrógeno, así como también una gran cantidad de fósforo y potasio que pueden utilizarse como un fertilizante de gran calidad. En la práctica, la fertilización consiste en gestionar los recursos disponibles para producir biomasa con gran calidad nutricional con el fin de maximizar los resultados de las plantaciones.
Para elaborarlo hay que recoger el desecho sólido de las gallinas, agregar en un recipiente un tercio del guano y cubrir los dos tercios restantes con agua. Es necesario removerlo hasta que la mezcla se homogenice. Después, deberemos tapar el recipiente y dejarlo fermentar (preferiblemente a la sombra) y repetir el procedimiento de mezclado durante 10 días. Una vez finalizado el periodo de fermentación, colaremos el contenido en otro recipiente. Los desechos sólidos filtrados en el colador pueden procesarse en una compostadora, en caso de tenerla, para aprovechar tanto el material líquido como el sólido.
Al terminar este procedimiento tendremos un abono natural muy eficaz.